MIRANDO POR LA VENTANA

Estaba el otro dia

mirando por la ventana

husmeando a mi vecina

a ver que es lo que hacía.

Ella siempre impecable

cada vez que salía

las mejores ropas

que yo nunca podría.

Caminaba siempre alegre

al lado de su marido

una persona impecable

nada que ver con el mío.

Sus hijos, una pintura

siempre portándose bien

y yo siempre rezongando

¡Vamos niños, compórtense!

Los dias iban pasando

y yo seguia mirando

cada vez que pasaba la vecina

me seguía lamentando.

Que mis hijos no hacen caso

a mi esposo comparando,

y entre lamento y lamento

mi vida iba pasando.

¡Porqué Señor me ha tocado

vivir de este lado de la ventana!

mientras mi vecina disfruta dia a dia,

y yo aqui lamentando la jornada.

Mirando la figura

de mi bendecida vecina

añorando mi juventud

cuando no tenia problemas con el harina.

Hasta que un día todo cambió

cuando vi del otro lado del vallado

una ambulancia que paraba

justo en la casa de al lado.

Todo fue muy de repente

policia y ambulancia

yo no entendía nada

y se aumentaban mis ansias.

Vi el esposo de mi vecina

con las manos esposadas

un policia por atrás

le seguia las pisadas.

La ambulancia salió rápido,

la familia desmembrada,

la casa quedó vacía,

y yo mirando asombrada.

Me enteré al poco tiempo

que el marido le pegaba,

y los pobrecitos niños,

no pudieron hacer nada.

Mi vecina al hospital,

los niños en un hogar,

el marido encarcelado

¡que me iba a imaginar!

Hoy agradezco al Señor

por la familia que tengo

por mis hijos y mi esposo

aunque esté un poco rengo.

Una cosa he aprendido

y te la quiero contar

hay que ser agradecida,

en lugar de lamentar.

Pensar que yo me pasaba

mirando por la ventana

suspirando por una vida

que no me correspondía.

No todo lo que reluce,

es oro como alguien dijo,

ésta, tu vida ,disfrutála,

que Jesús te la bendijo.

Julia Grisel Pérez Lauría